¿Qué es un antitusígeno y cómo funciona?
Si alguna vez has tenido tos, es probable que hayas tomado un antitusígeno. Los antitusígenos son medicamentos que se utilizan para tratar la tos seca y persistente. Funcionan al bloquear la tos en el cerebro, lo que reduce la necesidad de toser.
Tipos de antitusígenos
Hay dos tipos principales de antitusígenos: los opiáceos y los no opiáceos.
Los opiáceos, como la codeína, son medicamentos que se derivan del opio. Estos medicamentos son efectivos para tratar la tos, pero también pueden causar efectos secundarios como somnolencia, estreñimiento y adicción.
Los no opiáceos, como el dextrometorfano, son medicamentos que no contienen opio. Estos medicamentos son menos propensos a causar efectos secundarios, pero también pueden ser menos efectivos para tratar la tos.
¿Cuándo se debe tomar un antitusígeno?
Los antitusígenos se deben tomar solo cuando sea necesario y según las indicaciones del médico o del envase del medicamento. No se deben tomar por más tiempo del recomendado o en dosis más altas de lo recomendado.
Los antitusígenos no se deben tomar para tratar la tos que produce flema o moco, ya que estos medicamentos pueden hacer que la tos sea más difícil de eliminar y pueden causar problemas respiratorios graves.
Precauciones al tomar antitusígenos
Los antitusígenos pueden interactuar con otros medicamentos y pueden no ser seguros para algunas personas, como aquellas con ciertas afecciones médicas o mujeres embarazadas o lactantes.
Es importante hablar con un médico antes de tomar cualquier antitusígeno y asegurarse de seguir las instrucciones cuidadosamente.
Conclusión
Los antitusígenos son medicamentos efectivos para tratar la tos seca y persistente, pero deben ser tomados con precaución y solo cuando sea necesario. Es importante hablar con un médico antes de tomar cualquier antitusígeno y seguir las instrucciones cuidadosamente para evitar efectos secundarios y problemas de salud graves.