¿Qué es el Electrochoque (ECT)?
El Electrochoque, también conocido como Electroshock o Terapia Electroconvulsiva (ECT por sus siglas en inglés), es un tratamiento médico que se utiliza para tratar trastornos mentales graves, como la depresión mayor, el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
Aunque suena aterrador, el ECT es un procedimiento seguro y efectivo que ha ayudado a muchas personas a recuperarse de trastornos mentales que no han respondido a otros tratamientos.
¿Cómo funciona el Electrochoque?
El ECT se realiza bajo anestesia general y consiste en enviar una corriente eléctrica controlada a través del cerebro. Esto provoca una convulsión breve y controlada que cambia la química del cerebro y puede aliviar los síntomas de trastornos mentales graves.
El ECT se administra en una serie de sesiones, generalmente dos o tres veces por semana durante varias semanas. Los pacientes suelen experimentar mejoría después de las primeras sesiones, pero se recomienda completar toda la serie para obtener los mejores resultados.
¿Quiénes son candidatos para el Electrochoque?
El ECT se utiliza principalmente para tratar trastornos mentales graves que no han respondido a otros tratamientos, como la depresión mayor con síntomas psicóticos, el trastorno bipolar con síntomas maníacos o depresivos graves y la esquizofrenia.
El ECT también puede ser una opción para pacientes que no pueden tolerar o no han respondido a los medicamentos psiquiátricos.
¿Qué efectos secundarios puede tener el Electrochoque?
El ECT es un procedimiento seguro, pero como cualquier tratamiento médico, puede tener efectos secundarios. Los efectos secundarios más comunes son dolor de cabeza, náuseas y dolor muscular. Estos efectos secundarios suelen desaparecer poco después de la sesión.
En raras ocasiones, el ECT puede causar problemas de memoria a corto plazo, pero estos suelen ser temporales y desaparecen poco después del tratamiento.
¿Cómo se siente el Electrochoque?
El ECT se realiza bajo anestesia general, por lo que el paciente no siente dolor durante el procedimiento. Después de la sesión, es posible que el paciente se sienta un poco confundido o desorientado, pero esto suele desaparecer poco después del tratamiento.
Conclusión
El Electrochoque puede sonar aterrador, pero es un tratamiento seguro y efectivo que ha ayudado a muchas personas a recuperarse de trastornos mentales graves. Si estás luchando contra un trastorno mental que no ha respondido a otros tratamientos, habla con tu médico para saber si el ECT es una opción para ti.