¡Plica, la afección de la piel que debes conocer!
Si alguna vez has notado pequeñas protuberancias en la piel, especialmente en la zona del cuello, axilas o ingles, es posible que estés padeciendo de plica. Aunque esta afección no es peligrosa, puede ser incómoda y antiestética. En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre la plica.
¿Qué es la plica?
La plica es una afección de la piel que se caracteriza por la aparición de pequeñas protuberancias en la zona del cuello, axilas, ingles y otras partes del cuerpo. Estas protuberancias son causadas por una acumulación de células muertas de la piel y aceite en los folículos pilosos.
¿Cuáles son los síntomas de la plica?
Los síntomas de la plica incluyen la aparición de pequeñas protuberancias en la piel, especialmente en la zona del cuello, axilas e ingles. Estas protuberancias pueden ser de color rojo o del mismo tono de la piel, y pueden ser dolorosas o causar picazón. En algunos casos, la plica puede causar inflamación y enrojecimiento de la piel.
¿Cómo se trata la plica?
La plica no es peligrosa, pero puede ser incómoda y antiestética. Si tienes plica, es importante mantener la zona afectada limpia y seca. Puedes usar jabones antibacterianos y cremas antimicóticas para ayudar a reducir la inflamación y la picazón. En casos más graves, tu médico puede recetarte antibióticos o cremas esteroides para ayudar a reducir la inflamación.
¿Cómo se puede prevenir la plica?
La plica puede ser prevenida siguiendo algunas medidas de higiene básicas. Mantén la zona afectada limpia y seca, y evita el uso de ropa ajustada y sintética. Usa ropa de algodón y evita las prendas que puedan irritar la piel. También es importante mantener una buena higiene personal, especialmente en las zonas donde se suele presentar la plica.
Conclusión
Aunque la plica puede ser incómoda y antiestética, no es peligrosa. Si tienes plica, es importante mantener la zona afectada limpia y seca, y seguir algunas medidas de higiene básicas para prevenirla. Si la plica persiste o empeora, es recomendable que consultes a tu médico para recibir tratamiento adecuado.